Ante la discusión actual sobre el tema del aborto, es importante aclarar algunos conceptos que la prensa ignora o simplemente no le interesa publicar. Al tratar un tema tan delicado, es de mayor importancia que se utilicen hechos científicos y demostrables.
Evidentemente, muchos de los diputados, la Iglesia y demás no demuestran cifras ni hechos que sustenten sus decisiones. Estas decisiones en países como Panamá simplemente se toman a la ligera, sin importar la población afectada y contribuyendo al negocio de la ilegalidad del aborto.
Solamente por mostrar algunos hechos concretos:
- Es de gran importancia saber reconocer que en la cultura occidental en general, la vida humana no es el valor supremo. Con esto se aclara el primer punto que pueda generar duda.
- En Panamá el aborto es la segunda causa de la mortalidad materna y uno de cada cuatro embarazos en América Latina terminan en aborto. Cabe señalar que, por ser ilegal, por cada aborto conocido, en realidad, han sido 3
- Las muertes provocadas por abortos se deben, más que nada, a la calidad del servicio que se brinda. Por ser ilegal, no hay parámetros sanitarios que seguir, ni mucho menos regulación de la calidad del tratamiento.
Muchas personas piensan que la mayor parte de los abortos se los realizan mujeres de clase alta, por tener acceso a los precios de los procedimientos. Pues les informo que no es así. Al ser, precisamente, de clase alta, tienen mayor acceso a más tipos de métodos anticonceptivos. Sin embargo, no ocurre lo mismo con aquellas de clase media y baja, y tienen un mayor riesgo de presentar embarazos no deseados. Y entre estas 2 clases sociales, son las mujeres de clase pobre las se someten a un aborto con mayor frecuencia, muchas veces provocado por ellas mismas. Esto trae consigo que la mortalidad materma producto del aborto sea mayor en estas últimas.
Con esto resumo que es claro que el negocio del aborto está, precisamente, en su ilegalidad. La ilegalidad del aborto aumenta la mortalidad materna. La sociedad y el estado se perjudica al no poder controlar las cifras y discrimina a las mujeres pobres. El gobierno y los políticos deberían empezar a pensar más en estas personas que se ven afectadas y no ceder ante la presión. Solamente vean las cifras de abortos y tasas de mortalidad de los países en donde es legal (la mayoría países mucho más desarrollados), compárenlo con las cifras de los países donde es ilegal y será suficiente para llegar a la conclusión correcta*. Dejemos a lado por un momento nuestras creencias que digan si es malo o bueno, e iniciemos en estos temas con hechos concretos que mejoren la sociedad en la que vivimos. ¡Qué lástima que en nuestra sociedad se escondan estos hechos!
*Pronto se publicarán las cifras de mortalidad.
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